lunes, 2 de noviembre de 2009

VIAJE EN UN BARQUITO DE PAPEL

El ascensor se quedo vacio, como aquella caja roja.
Debia encontrar la forma de conseguir reunir a los patitos con su madre.
Aquella chica de la rebeca gris le ayudaria, seguro. Quedó con ella en la playa, donde estaban los cangrejos gigantes.
El se lo decia y ella no se lo creia.
En aquel barrio habia un sitio especial, un sitio donde la chica de la rebeca gris se sentiria como en casa. Y asi fue.
Se lo volvio a decir y siguió sin creerselo.
Bailaron y bebieron y bailaron y bebieron. Era una cancion que no recuerdo, pero decia algo de un canijo y una rodaja de tomate. Se lo pasaron genial, pero lo que mas les gustaba era estar de espaldas o de pie.
En algun momento el dijo cosas que no tendría que haber dicho. Se sintio mal.
Agradeció mucho que le ayudara tras la explosión y que lo entendiera. Y con la cabeza calmada se hizo un ovillo y pudo dormir.
El se lo volvio a decir pero ella seguia sin creerselo, hasta que al final la ciudad le dijo lo mismo y ella no pudo negar la evedincia.

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