Una pelicula larga, con tiempo suficiente para darle cien vueltas al ombligo o una plaza llena, tanto que puedas abrazarla con las manos, y sentirla cerca, entera.
Despertar y ver ternura o dulzura. Y sentir ese impulso.
Como el de un rally que quiere repetirse.
Haciendo que cada etapa sea larga y cada parada un lujo.
Proxima parada, tu cintura.
sábado, 14 de noviembre de 2009
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la saga continua
ResponderEliminarta chan!
(ma quanto sei dolce... che figo!!)
Chan, chaaaaan.
ResponderEliminarGrazie