HOME, SWEET HOME. CONVERSACIONES

Tras pasar un año fuera me he dado cuenta de que vivo en un lugar muy peculiar, casi de cuento, de Edgar Allan Poe, pero de cuento. Un lugar en el que hay gente muy rica y gente que roba para tener sus cositas, gente sana y gente....bueno, gente menos sana.
Es un sitio pequeño y con un solo bar.
Aqui no hay edades definidas, todos se conocen, todos son mas o menos uno.
Pero si hay grupos: pino, extravagantes, goonies, riñoneros, producto y proyecto (estos dos merecen entrada a parte y tienen 12 años).
Aqui, en muchos casos, la vida se reduce a 3 centimetros cubicos y la amistad a conversaciones de tipo:

Sujeto 1: No tienes razones para estar enfadado conmigo, si quieres te doy un guantazo y ya tendrás motivos...
Sujeto 2: si sigues asi te vas a quedar sin amigos, que ni el taradito te habla ya.
Sujeto 1: El tarao no es mi amigo
Sujeto 3: Eso lo dices por mi? A mi llamame tarao si quieres pero no vayas diciendo por ahi que eres mi amigo.

Entrañable.