martes, 27 de abril de 2010

Ahora mismo cuento con tres camas y la principal, mi verdadera cama, no esta aqui. Miro esta y la veo sonreirme desafiante. Sabe que le temo, que no quiero enfrentarme a ella y se ve clara ganadora en nuestra pelea diaria.
Sigo queriendo dormir en tu hombro.
Sonreire cada cinco minutos.
Tal vez peque de blando, pero nunca me ha importado mucho ser un pecador.
No dejé de mirarte. Cada paso que dabas y cada calada que pegabas. Me gusta lo que veo, y de hecho, lo necesito.
Tambien te miro cuando te estas durmiendo y dices que los parpados no pesan y sin embargo cuesta mucho mantenerlos abiertos. Entonces sonrio, deben haber pasado cinco minutos.
Solo una mision, un objetivo: hacerlo bien siempre.
Poder levantarme al lado de esa sonrisa que me dedicas cada mañana. Esa sonrisa que se que la dibujas para mi.
Y esa mirada, que tambien me sonrie mientras huelo tu pelo. Y entonces seduces mi oido con una sola palabra, que hará que los dos sentidos que me quedan sean tuyos.
Meteremos en el maletero una tienda y mochilas, y nuestro coche nos llevara donde queramos, sin problemas, sin perdidas. Tenemos la brujula y se puede comer sin tener que parar.
Esa casita sigue llenando mis sueños. Comer pescado al horno con puerros.
Tal vez hagamos pulseras de flores, como las que llevaba esa niña que ha crecido pero aun no se ha ido.
Ahora sonrio, pensando que pronto dormire en ese hombro y justo al despertar el deposito estara lleno, la mochila tendra todo lo que necesito y habra una margarita en el limpiaparabrisas.

1 comentario: