Llego el dia D.
TRINACRIA. Y una niña que contaba cosas de mayores.
Tambien habia alguien que contaba chistes, de esos cortos que no se andan con rodeos y aquel que un dia me sirvio dos carlsbergs y que fue mi delantero al futbolin, porque habia un futbolin, y una partida pendiente al pool pero cerrando los ojos al pronunciar su nombre, y caras casi nuevas pero ya conocidas, caras con las que ya me puedo reir sin mas.
Hubo gritos, pero de los nuestros.
Hubo vino en botellas de cocacola.
Hubo momentos de darse cuenta de donde estabamos.
Hubo nieve.
Hubo tiempo para cada cosa, aunque casi no hubo tiempo.
Proxima parada, las escaleras.